En blanco en la regata de la Copa de Benalmádena. De nuevo solo podemos hablar del buen ambiente
entre los regatistas y del disfrute de reunirnos un fin de semana más. Con la atención esmerada del club organizador,
que dio algunos recuerdos; ofreció bocadillos al gusto de los chicos, ya que
alguno los definió como bocadillos “pro” mientras se tomaba el de jamón serrano
con tomate. También les habían gustado mucho los bocadillos de carne y de
tortilla de jamón de Punta Umbría, así que a falta de viento no está mal esa
competencia en los bocatas.
El sábado tras salir con viento, cuando todo estaba montado,
un cambio grande de la dirección del viento provoca retraso y al poco se nos fue ya de paseo definitivo. Tras una
larga espera “flotando y flotando”, se pudo dar salida a los dos grupos con una
brisa de última hora, cuando ya algunos se consolaban ese día con por lo menos llegar a
tiempo de ver el partido de futbol de la jornada. Pero no se terminó la
manga. Se fue de nuevo la brisa, y la corriente en contra impedía alcanzar la llegada
aunque estaba ya a pocos metros para el primer grupo. Una lástima, nos quedamos sin manga y ... sin partido.
El domingo el Comité aunque llegó a irse al agua para montar
todo y subir delta, no debió ver clara la seguridad y las posibilidades de hacer algo por lo
que decidió suspender definitivamente la prueba.
Nos volveremos a ver en Isla Canela, y tendremos que
inventarnos alguna danza del viento para bailarla antes de ir al agua. Lo mismo
resulta, o al menos nos reiremos un buen
rato.
