lunes, 7 de diciembre de 2015

Tercer día. Un pasito más, pero esta vez grande.



Ha terminado la concentración de promesas y pienso que todos han terminado cansados pero con la satisfacción del deber cumplido.

Un viento de lujo los tres días, un poquito fuerte para el tiempo que llevan navegando algunos, pero eso le da más mérito al esfuerzo que han ido poniendo día a día para subir al nivel de los más veteranos.



Kiko nos ha ido llevando a “buen ritmo”, exigiendo siempre un poco más a cada uno según su medida,  bien apoyado por los monitores que han asistido.

Hoy hemos comenzado después del desayuno con las charlas con el psicólogo deportivo. Primero en una sesión con los monitores y luego otra con los regatistas, después de la cual ya saben un poco de lo que es la función de un psicólogo en el deporte, y los temas en los que puede ayudarles para conocerse y mejorar en esos aspectos. Cosas como el valor de los pensamientos positivos que llevan a emociones positivas y estas a acciones positivas. Pasos para aplicarlo como ejemplo en las salidas de una regata, etc.

Luego “al agua” para realizar un par de mangas largas y completas, donde demostrar lo que hemos aprendido. Y a recoger bien, que para algunos esperaba unos kilómetros de carretera.

Gracias por vuestra asistencia, y que nos veamos pronto para seguir evolucionando, ya no como promesas sino como un grupo numeroso de realidades de este deporte.

Por cierto, ayer por la noche al terminar de cenar consiguieron las chicas que Carmen tocara algo al piano, y fué muy aplaudido al final por todos, sumandose los turistas que estaban cenando en el restaurante que fueron acercandose al oir los primeros acordes